La célebre Route 66 recorre sólo 285 km de Texas. La zona de Panhandle Plains que cruza es llana y abierta, lo que permite contemplar los grandes cielos del sur y ver las fuertes tormentas eléctricas y tornados ocasionales que afectan la zona. Lo único destacable de la Route 66 a su paso por Texas es que en el estado se encuentra su punto central; aunque no existe ningún registro oficial, también es probable que este tramo tenga el mayor número de coches plantados en el suelo (no accidentados, sino como muestra de un arte como mínimo singular).
Si se entra a Texas desde Oklahoma, 55 km al oeste de Texola aparece McLean, donde se encuentra El Devil’s Rope Museum (Teléfono 806-779-2225; 100 Kingsley st, MeLean entrada gratuita; Horario 10.00-16.00 ma-sa), con una muestra sobre la Route 66; el museo acoge la Texas Old Route 66 Association, que publica un mapa en la Red. También hay una tienda de regalo y una exposición que enseña a clasificar alambres de púas y tipos de ganado. Si el viajero desea pintar su nombre con espray en alguno de los coches Volkswagen-Escarabajo que hay plantados con el morro hacia abajo en Bug Ranch, deberá tomar un desvío en dirección norte en la Hwy 207, en Conway (72 km al oeste de McLean).
Cuando el viajero se acerca a Amarillo, es difícil no reparar en el gigantesco cowboy que anuncia el Big Texan Steak Ranch & Motel. El establecimiento abrió sus puertas en 1959 en la Route 66, pero se trasladó a la 1-40 en 1970. En Amarillo, el tramo más interesante de la vieja Route 66 es la actual W 6th Avenue. Se puede ir en busca de coches parcialmente enterrados en Cadillac Ranch, en lo que actualmente es la carretera de acceso sur a la 1-40, al oeste del Loop 335. 80 km más allá, al llegar a Adrian, el viajero se encontrará a mitad de camino entre Chicago y Los Angeles (aunque la cercana Vega le disputa este honor).
Fuente: Guía Lonely Planet de Estados Unidos.