Conducir en Estados Unidos

No, los americanos no usan las unidades de medida del Sistema Métrico Decimal. Y según parece, no tienen intención de hacerlo jamás. Así que las velocidades no se miden en kilómetros por hora sino en millas por hora.
Así que si viajas a los Estados Unidos, más te valdría tener una idea aproximada de lo que significan, o lo puedes pasar mal. Porque una infracción por exceso de velocidad puede incluso llevarte a la cárcel. Estados Unidos es un país donde se respetan las leyes y donde no te puedes ni plantear la idea de sobornar a un policía para que haga la vista gorda.
Las velocidades se miden en millas por hora. La señal es un cuadrado con un número en su interior. Esa es la cantidad que no debes superar. Jamás.
speed-limit.jpg
Tienes la ventaja y tranquilidad de que los cuentakilómetros están en millas, por lo que te puedes tranquilizar. Quizás tengas la impresión de que vas muy despacio. De que la carretera es buena y el coche tiene mucha potencia y sin embargo el límite es bajo. Así es. En Estados Unidos se conduce relativamente despacio. Es una muy buena medida de seguridad.
El margen de seguridad a la hora de detenerte está en las 10 millas por hora, en carretera. Pero es algo muy aproximado. Si el límite está en 50 millas por hora, un policía no te dará el alto a 55, pero sí a 60. Ahora bien, tiene potestad para hacerlo, por lo que no jugaría con fuego. Si vas a Estados Unidos a tomarte unas vacaciones, déjate las prisas en tu país de origen.
Este margen no existe en ciudad, donde no se te tolerará ningún exceso. Ni una sola milla de más. Cuando veas una señal, cíñete a esa cantidad. Si un policía te para por ir demasiado rápido, espera lo peor. Con un poco de suerte, quizás se quede en una simple amonestación. Tendrías tu día de suerte.
En las cercanías de los colegios el límite de velocidad está en las 15 millas por hora. Y es uno de los lugares donde más se vigila el cumplimiento de las normas.
El límite de velocidad estándar está en las 65 millas por hora, unos 110 kilómetros por hora. Pero esta cantidad varía según el Estado y la carretera que te encuentres. Mantente muy atento a los cambios de límite en los rectángulos.
Otro punto a seguir a rajatabla es el no beber. El alcohol es divertido pero yo no lo mezclaría ni con conducción ni con Estados Unidos. Y sobre todo jamás los tres a la vez. Si tenías pensado pasar dos semanas en Estados Unidos, ¿Te gustaría prolongar tu estancia a un año y dormir en cárceles americanas? Las leyes que prohíben beber son muy severas. Ni siquiera tengas una lata de cerveza, aunque esté cerrada, en el asiento del copiloto.
Mi consejo es que no bebas ni una gota de alcohol mientras pretendas llevar un coche en Estados Unidos.
Ni qué decir tiene, que para conducir en los Estados Unidos es necesario un permiso de conducción. Los americanos lo consiguen con total facilidad, pero para ti como extranjero y visitante, es imprescindible el Carné de Conducir Internacional. Con él tendrás tu información escrita en inglés y si un agente te lo solicita podrá entender lo que pone.
En Estados Unidos se puede conducir a partir de los 16 años. De ahí que cualquiera que tenga una licencia en su país pueda hacerlo con normalidad en USA. Ahora bien, como seguramente tengas que alquilar un coche, ten en cuenta que muchas agencias de alquiler de vehículos no los alquilan a menores de 25 años o mayores de 71 años. En el mejor de los casos, los demasiado jóvenes tendrán que pagar un suplemento en el precio. Por si acaso, no des por hecho que te alquilarán un coche si eres menor de 25 años y vas a una región un tanto remota.
Depende de cada Estado, pero es obligatorio abrocharse en cinturón de seguridad, para el conductor y el copiloto. La norma difiere por estados pero los niños normalmente deben tener una sillita con cinturón y también en los asientos de atrás hay que abrocharse el cinturón. Y si viajas en moto, hay que llevar obligatoriamente el casco.
Fuentes: Conducir en Estados Unidos (en inglés).

Comida americana

En general suele decirse que en Estados Unidos se come fatal. Y tiene su parte de razón, pero es uno de los tópicos sobre Estados Unidos que merece la pena refutar.
Diría que en lugar de comer fatal, uno tiene multitud de opciones de mala calidad y un precio muy razonable. Empezando por las cadenas de comida rápida. Pero esa es una versión muy simplista de la realidad de la comida que América nos ofrece.
La tradición culinaria americana es eminentemente europea, por lo que aunque los platos son un poco diferentes, no lo son demasiado y en general uno encuentra los mismos tipos de comida que en Europa: abundan los restaurantes de comida italiana y hay muchos de griega, francesa sin que falten los turcos, españoles o alemanes.
La variedad se vuelve tan exótica como uno quiera. Nueva York es famoso por sus restaurantes de comida etíope. Hay restaurantes de todos los países del mundo conocido.
Lo que ocurre a veces es que la gente prefiere economizar en la comida, porque insisto, hay comida barata que no está tan mal. Y entonces uno puede sobrevivir en Estados Unidos comiendo por unos pocos dólares, mientras se pagan cantidades obscenas por la habitación de hotel o desplazamientos en avión.
Pero la realidad es que en los supermercados hay una variedad de ingredientes enorme y muchos de ellos son de altísima calidad. Ahora bien, si una familia promedio prefiere comprar pollo frito y patatas de bolsa, es su problema. Lo cierto es que hay decenas de variedades de frutas, algunas frescas, otras troceadas listas para comer, infinidad de zumos, bebidas recién exprimidas, alimentos orgánicos, bajos en calorías, etc.
En los restaurantes uno tiene algunos de los mejores del mundo en Nueva York (y otros tantos en San Francisco, Los Ángeles, Boston, Chicago). Pero son restaurantes caros y exclusivos, no se puede llegar en playeras y esperar encontrar mesa y comer por menos de 30 euros.
Como líneas generales, destacaría que la verdura que se encuentra en el país es excelente (tienen una agricultura muy industrializada con un clima muy favorable). La carne es difícil de superar, por razones similares. Hay abundante marisco y pescado en las regiones costeras. El queso americano y la leche también tienen un gran sabor.
En un post posterior entraremos en materia sobre las opciones más interesantes de la comida americana, pero a nivel mundano: las hamburguesas tendrán un lugar de excepción.

Gateway Arch

gateway-arch.jpg

Gateway Arch, también conocido como Gateway to the West, es el monumento más impresionante de St. Louis, en el estado de Missouri.
Se trata de un gigantesco arco que se alza imponente en el Jefferson National Expansion Memorial, un extenso parque junto al río Mississippi que recuerda al punto desde el que empezó la mítica expedición exploratoria de Lewis y Clark. Este parque se creó para conmemorar la compra de Lousiana a los franceses en 1803.
Gateway Arch es el monumento más alto de los Estados Unidos, con una altura de 192 metros. Su construcción finalizó en 1965 y dada la belleza y complejidad del monumento, no estuvo exenta de problemas.
gateway-arch-parque.jpg
Se construyó cada uno de los lados del arco por separado y a la hora de juntar ambas mitades por arriba, resultó que por las dilataciones, no había una unión exacta entre ambas. Menos mal que bastó el servicio del cuerpo de bomberos que mediante bombeo de agua a presión enfriaron una de las dos mitades hasta conseguir un ensamblaje perfecto.
El arco es un prodigio de la construcción y fue diseñado por el arquitecto finés-americano Eero Saarinen. Tiene forma de catenaria (la cuerda que se forma al sujetar un cable desde los bordes y dejarlo caer) invertida. Esta forma geométrica tiene la cualidad de minimizar la energía potencial de cada uno de sus puntos. Así, una catenaria invertida como la de Gateway Arch en Sant Louis es una de las estructuras más sólidas posibles.
gateway-arch-4julio.jpg
Gateway Arch en la celebración del 4 de Julio
Uno de los aspectos más originales de este monumento es que dispone de un observatorio en la parte de arriba. A pesar de su aparente delgadez y lo complicado de su forma curvada, se puede subir al mismo mediante un tranvía especial. Este tranvía es un diseño único en el mundo. Empresas de ascensores trataron en vano de establecer un diseño funcional para el Gateway Arch.
gateway-arch-autum.jpg
Gateway Arch en otoño.
Tuvo que ser Richard Bowser, un desconocido diseñador de ascensores para aparcamientos de automóviles el que hiciera el trabajo. Nadie confiaba en él así que le dieron un plazo irrealizable (apenas dos semanas) para que presentara un diseño. Pero fue capaz de hacerlo y gracias a él la subida al Gateway Arch es una tarea mucho menos penosa que subir los mil escalones que llevarían a la cima. El sistema aún así dispone de dos escaleras de emergencia para el caso de que se produzca un problema en el sistema eléctrico del tranvía, algo que obviamente ha ocurrido ya varias veces.
Más información:
Página oficial de Gateway Arch.
Gateway Arch en la Wikipedia inglesa.

Las ofertas trampa de agencia

En los viajes a Estados Unidos el descaro de las ofertas de las agencias de viajes alcanza límites intolerables.
Ahora que las aerolíneas tienen que desglosar al céntimo cada uno de los gastos y mostrar precios finales en sus ofertas, las agencias de viajes siguen aprovechándose del vacío legal para presentar ofertas absolutamente falsas.
Por ejemplo, ahora está de moda decir que en Estados Unidos por la crisis y la devaluación del dólar, atan a los perros con longaniza y que todo está barato o casi regalado. Esto desde luego no es cierto, pero es que además no todo el monte es orégano.
En Estados Unidos hay ciudades y ciudades. Detroit puede tener alojamientos baratos pero no ocurre así en Nueva York. Y unas cosas son baratas como la ropa mientras que otras son bastante caras en comparación con Europa, como puede ser el alojamiento en los hoteles.
El caso es que las agencias se suben al carro de los chollos y presentan ofertas como “9 días en Nueva York desde 900 euros”.
Vamos a desglosar el timo de esta oferta:
En primer lugar no suelen ser 9 días. Porque pasas por lo menos uno entre aviones y aeropuertos. Luego resulta que sólo hay que reservar 7 noches de hotel. Pase.
El precio variará en función de los vuelos. Por supuesto que hay vuelos con precios interesantes a Estados Unidos, pero por lo general no hay gangas bestiales. Por menos de 500 euros es casi imposible encontrar un vuelo a este país desde España (otra cosa es que la gasolina baje mucho dentro de unos meses y esto quede desfasado). Por eso llegas a la agencia y si pides unas fechas medianamente razonables (saliendo o volviendo un fin de semana) no encuentran ningunos vuelos o estos son carísimos. Sólo el vuelo puede costarte ya más de 900 euros si quieres unas fechas específicas.
La diferencia de EEUU con vuelos a destinos europeos es que del chollo al precio más o menos normal la diferencia puede ser gigantesca. Y el chollo tendrá siempre un coste mínimo. Nadie te llevará a EEUU por 100 euros porque en tal caso la aerolínea perdería dinero contigo.
Luego llega el asunto del hotel. Nueva York tiene alojamientos caros. Los alojamientos baratos son infames o están situados en el quinto pino o en zonas muy malas. No hay milagros en una ciudad que recibe millones de visitantes diarios, ya sean turistas, viajeros de negocios o por traslados entre ciudades, visitas a familiares etcétera.
Cualquier hotelucho puede llenar todas sus habitaciones con poco esfuerzo y por eso no hay chollos. La oferta gancho imposible de encontrar siempre es en un hotel pésimo. Y no te digo que la habitación sea mediocre, te estoy hablando de un lugar en el que no vas a dormir a gusto.
Un día me preocupé de mirar al detalle una de estas ofertas. Vi el hotel que ofertaban y busqué opiniones en TripAdvisor. El hotel en cuestión estaba en New Jersey, o sea, no sólo fuera de Manhattan, sino también de la ciudad de Nueva York.
Las comunicaciones eran molestas: había que tomar un autobús que te dejaba cerca de una parada de metro para luego ahí trasladarse con el subterráneo a Manhattan. Esto es un gasto que no se puede obviar. Gasto de tiempo y de dinero, porque hay que pagar esos viajes de autobús y de metro (aunque sólo salieras y volvieras del hotel, ya son dos billetes de autobús y otros dos de metro que sumar a tu factura por el total de viaje).
Lo curioso de este hotel era que si bien la ida no era tan problemática, la vuelta se complicaba.
El autobús que llevaba al hotel se tomaba en una zona bastante mala, por lo que uno se ve obligado a no trasnochar mucho si no quiere encontrarse en el mismísimo infierno. No es bueno eso de visitar sitios que den miedo. Pero bueno.
Unos viajeros comentaban que el autobús de vuelta en horario más tardío dejaba en frente del hotel, pero con toda la autopista en medio, sin posibilidad de cruzar normalmente. Tras muchos minutos angustiosos estos viajeros se vieron obligados a llamar a un taxi que simplemente les cruzara la calle.
Al final se veían obligados a volver antes de las nueve de la noche. Ni qué decir tiene que Nueva York sin su vida nocturna es una enorme pena.
En fin, que estas ofertas tienen una función básica: desanimar al viajero que se lo monta por su cuenta. Tú buscas hoteles que estén bien y vuelos razonables y te plantas en 1.500 euros para nueve días. Luego vez la oferta de la agencia, por casi la mitad de lo que tú has visto y te hace sentir tonto, como que no sabes buscar en Internet.
Y la verdad es que cuando buscas por tu cuenta eres más exigente, porque eliges hoteles que te gustan en buenas ubicaciones, y vuelos con compañías fiables. Mientras que cuando viajas con agencia estás dispuesto a aceptar cualquier cosa, confiando en que si algo no te gusta les podrás denunciar luego, lo que no siempre es verdad.
Si sólo quieres pasar unos días en Nueva York es absurdo contratar a una agencia. Es como si vives en Málaga y te vas a Valencia con una agencia de viajes. Pareces poco menos que retrasado. Si quieres ir a Nueva York necesitas un vuelo que puedes encontrar a buen precio en Internet y una reserva de hotel. Nada más, el resto son trivialidades.
Hasta las excursiones las puedes contratar aparte, sin tener que hacer todo lo demás con la agencia.

Isla Mackinac

Mackinac Island, la isla de Mackinac, es una isla pequeña, de apenas cinco millas de largo y dos de ancho. Está situada al norte de Michigan, estado al que pertenece. Situada a mitad de camino entre los lagos Huron y Michigan, está por tanto muy próxima a Canadá y al lago Superior.
mackinac-island-mapa.jpg
mackinac-bridge.jpgEsta es una imagen del puente Mackinac, que separa ambos lagos.
Como todas las islas, parece mucho más grande cuando se está dentro de ella. Desde 1901 está prohibido el uso de coches o vehículos de motor dentro de ella. Es curiosa esta prohibición porque antes de esa fecha era poco probable encontrar estos vehículos. Así, cuando llegas con el ferry que parte desde Mackinac City, en el continente, te encuentras una fila de coches de caballos esperando a recoger a los viajeros. Algunos coches descubiertos esperan para llevar a los turistas más adinerados al Grand Hotel o simplemente para realizar un tour bastante caro alrededor de la isla.

Mackinac está formada por una larga fila de casas victorianas en torno a la Main Street, junto con cortijos que jalonan todo el recorrido a lo largo de la colina que culmina el Fuerte Mackinac, construido en 1780 para defender el estrecho de Mackinac. Todavía permanece ahí el fuerte para vigilar la ciudad.

Sin coches, el silencio es casi absoluto, sobre todo si llegas fuera de la ruidosa temporada alta veraniega. La ciudad parece inmersa en un periodo de seis meses de coma. Casi todos los restaurantes y tiendas cierran durante el invierno. Probablemente en verano con la isla masificada de turistas, pierda todo su encanto.
mackinac-faro.jpgVista del antiguo faro de Mackinac.
En un folleto turístico puede verse la inmensa lista de tiendas de regalo (más de sesenta) o restaurantes (más de treinta) junto con una interminable lista de heladerías, pizzerías y pastelerías. Pero en Octubre o Noviembre puede visitarse plácidamente y disfrutar de la isla.

Hubo un tiempo en que la isla Mackinac fue el puerto de mar con mayor tráfico de mercancías de todo el Nuevo Mundo. Es sorprendente si se piensa lo remota de su ubicación y lo alejado de las costas marítimas (no así de las lacustres). John Jacob Astor instauró una compañía que comerciaba con pieles en Mackinac Island.

Pero los tiempos gloriosos para la isla Mackinac llegarían durante el siglo XIX, a finales de ese siglo las élites económicas de Chicago y Detroit escapaban de los calores de la ciudad y disfrutaban del ambiente libre de polen de Mackinac Island. El Grand Hotel, que es el más grande y antiguo de los resorts que existen en todo América, fue construido entonces. Los ricos industriales del país se construyeron espectaculares casas de verano en la villa de Mackinac, dentro de la isla, con majestuosas vistas al lago Huron.
Las vistas al lago son fantásticas, pero las casas simplemente espectaculares. Son algunas de las construcciones más grandes y más elaboradas que jamás se han hecho en madera: casas con veinte dormitorios, con todo tipo de adornos victorianos: cúpulas, torres, arcos, terrazas, miradores y porches en los que se puede montar en bicicleta de lo grandes que son
Algunas de las cúpulas hasta tienen cúpulas dentro.

Los puntos de mayor interés dentro de la isla son los siguientes:

  • Skull Cave. La cueva de la calavera, es un lugar donde se ocultó un comerciante de pieles, perseguido por los indios en 1763.
  • Arch Rock. Un arco natural de piedra, simplemente espectacular.
    mackinac-arc-rock.jpg
  • Fort Holmes. Este fuerte fue construido por los ingleses en el punto más elevado de la isla, a unos 100 metros sobre el nivel del lago Huron.
  • Dos cementerios, uno católico y otro protestante. Ambos parecen tremendamente grandes para la pequeña dimensión de la isla. Las lápidas repiten una y otra vez los apellidos más comunes dentro de la isla: Gables, Sawyers, Truscotts.
  • El Grand Hotel. Uno de los hoteles más singulares del mundo entero. Famoso por tener el porche más grande del mundo, con 220 metros.
    mackinac-porche-grand-hotel.jpg
    mackinac-porche-grand-hotel2.jpg
    Un edificio blanco de madera, de exclusividad y precios inalcanzables. Hace veinte años costaba unos 120€ la noche. Y una señal en el exterior avisaba: Los huéspedes deberán llevar un vestuario adecuado para el lugar. Los caballeros deben vestir, después de las 6 de la tarde, un traje y corbata. Las mujeres deben ir calzado adecuado.
    También hay un cartel que avisa a los curiosos: se multará a todo el que intente entrar a curiosear. Por si acaso, hay un vigilante en la puerta que impide siquiera el intentarlo.

mackinac-grand-hotel3.jpg
mackinac-iroquois-hotel.jpgEl hotel Iroquois, no tan exclusivo pero no menos espectacular.
El texto aquí citado es el del libro de Bill Bryson The Lost Continent.
Más información sobre la isla:
Mackinac.com. Desde cómo llegar hasta ofertas para comprar viviendas en la mágica isla.
Mackinac Island en la Wikipedia.

Circus World Museum

Wisconsin fue durante mucho tiempo considerado la Tierra de los Circos, por cuanto se contaban por cientos los que cruzaban este estado a finales del siglo XIX. De entre todos ellos, el más famoso circo fue el de los Hermanos Ringling, fundado en Baraboo en 1884.
circus-world-museum2.jpg
Sería en Baraboo, población a 116 millas de Milwaukee, donde se fundaría uno de los principales museos, sino el que más, que brinda tributo a los circos, el Circus World Museum. Todo tipo de recuerdos sobre ellos: posters, fotos, documentales en vídeo, hasta los vagones de los trenes en que viajaban los circos por todos los Estados Unidos.
circus-world-museum.jpg
Las mejores fechas para visitar el circo son los meses de Mayo a Septiembre, en que el tiempo es más benévolo y se realizan numerosas actuaciones circenses en vivo.
Un mapa con la localización de Baraboo, donde se ubica este Museo Mundial del Circo.

Ver mapa ampliado
Página oficial del museo. Circus World Museum.

Guías para idiotas

Existen guías para idiotas (dummies guides) sobre cualquier tema pero nunca había visto una sección específica en una librería. La foto es es de una librería de segunda mano en Otawa, Canadá.

idiot-guides.jpg

En ella pueden verse diversas guías informáticas, pero también sobre temas extraños:

  • Mosaic (es una navegador de Internet que ya ni siquiera existe, igual que Netscape).
  • Pro Wrestling (Lucha libre profesional, desde luego hay que ser un idiota para comprar un libro sobre eso).
  • Dos, WordPerfect (Son tecnologías informáticas que ya ni existen).
  • Rotweilers. No me gustaría tener de vecino a quien comprara esa guía.
  • Online Gambling. No me daría mucha tranquilidad económica seguir los consejos de esa guía.

Kiehls en Nueva York

Una visita obligada para todo aquel que vaya a Nueva York es alguna de sus famosas tiendas de cosméticos Kiehl’s.
A diferencia de otras cadenas que basan su imagen en diseños modernos y en campañas de publicidad espectaculares y costosas, Kiehl’s es del todo austera. Su arma es la mejor de todas: la calidad.
Los botes de productos de Kiehl’s son totalmente austeros: un bote de plástico y una pegatina escueta, más parecen propios de una cooperativa que de una cadena de cosméticos. Los dependientes de las tiendas en lugar de jovencitas modernas y simpáticas tienen pinta de farmaceúticos.
kiehls_botes.jpg
Y es que esa es la gran diferencia respecto de la competencia. Ellos crean productos que funcionan, que ayudan a los problemas de la piel y el cabello. No tratan de crear cremas que huelan muy bien, que hagan mucha espuma o que tengan un bote digno de guardar en un museo. Sus productos son extraordinarios, de primera calidad en casi todas las facetas. Y naturales de verdad. Por ello tienes que ir a Kiehl’s.
Kiehl’s lleva desde 1851 en que se abriera la primera tienda en Nueva York. De ahí que su principal tienda, la situada en la Tercera Avenida, sea casi como un museo de la cosmética. Pero un museo en el que la VISA acabará echando humo.
La dirección exacta y los horarios de apertura de Kiehl’s son:
109 Third Avenue, entre las calles 13th & 14th.
New York (212) 677-3171
Lunes a Sábados: 10 am – 8 pm
Domingos: 12 pm – 6 pm.
Otra tienda más pequeña pero donde puedes encontrar también sus productos está en el Upper West Side:
154 Columbus Avenue, entre las calles 66th & 67th.
New York (212) 799-3438
Lunes a Sábados: 10 am – 8 pm
Domingos: 11 am – 7 pm

Continue reading Kiehls en Nueva York

Hotel Milford

El Hotel Milford (su nombre completo es Hotel Milford Plaza) es una de las principales elecciones por parte de los turistas españoles. Una de las principales ventajas del hotel Milford es su excelente ubicación: en el centro del centro de Manhattan.
milford.jpg
A mano de todo: a una calle de Times Square, que además es donde se pueden tomar más líneas de metro (1, 2, 3, 7; N, R, Q, W, A, C, E). A dos calles de Broadway. Muchos teatros importantes de musicales están en la misma manzana que el Hotel Milford y casi todos se encuentran a menos de cinco minutos caminando del hotel.
Comparado con hoteles en la misma zona resulta mucho más económico que la mayoría. Pero no nos engañemos: estamos en Nueva York, en Manhattan y en Times Square. Las habitaciones del Hotel Milford no son baratas. Una reserva particular, en un periodo que no sea temporada alta y por un rango de días razonable puede salir por unos 200 dólares diarios ( 125 euros con el cambio actual).
Si lo comparamos con otro hotel económico (el Holiday Inn) que no está tan bien ubicado (se encuentra a 20 calles de Times Square) con noches a unos 200 euros (que no dólares) notamos que la diferencia de precio es considerable.

Continue reading Hotel Milford

Curiosidades de Estados Unidos